martes, enero 26, 2016

Montaña, monumentos nacionales y románico en Castilla (Cayetano Enríquez de Salamanca)

Con la presente adjunto la dirección de un blog dedicad a libros sobre temas turísticos, entre ellos “Gredos por dentro y por fuera”, “Por la Sierra de Guadarrama”, “Románico en la provincia de Soria”, “Santa María del Paular, actualizado además con un catálogo exhaustivo de los monumentos nacionales de España “Monumenta Hispanica”, entre ellos naturalmente las provincias castellanas. Todos los documentos están en PDF  y se pueden descargar


MAPA DE LA PROVINCIA DE ÁVILA Dividida en sus territorios y sexmos Madrid 1769

Título del mapa:

MAPA DE LA PROVINCIA DE ÁVILA 

Dividida en sus territorios y sexmos

Madrid 1769

Archivo Histórico Provincial de Ávila 
Biblioteca Auxiliar 1069-36

Junta de Castilla y León



lunes, enero 25, 2016

La UGR publica “Órdenes militares, monarquía y espiritualidad militar en los reinos de Castilla y León (siglos XII-XIII)”


La UGR publica “Órdenes militares, monarquía y espiritualidad militar en los reinos de Castilla y León (siglos XII-XIII)”
 
 El libro, de Carlos Ayala Martínez, reúne ocho trabajos publicados entre 2006 y 2014, en los que se desarrolla la misma lógica argumental que ha convertido la guerra santa en objetivo de atención prioritario
 
El catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Ayala Martínez, ha publicado “Órdenes militares, monarquía y espiritualidad militar en los reinos de Castilla y León (siglos XII-XIII)” en la Editorial Universidad de Granada (eug).
Se trata de un libro en el que el autor reúne ocho trabajos procedentes de artículos o capítulos de libros colectivos publicados entre 2006 y 2014. “Casi todos ellos son fruto de los dos proyectos de investigación del Plan Nacional que he tenido oportunidad de dirigir en este período de tiempo”, afirma Ayala Martínez.
Estos trabajos responden, pues, a una misma lógica argumental que ha convertido la guerra santa, en el marco pleno-medieval del occidente peninsular, en objetivo de atención prioritario.
Hablar de guerra santa en los siglos XII y XIII supone inevitablemente referirse a órdenes militares, los instrumentos más adecuados y más utilizados por los reyes de León y Castilla para diseñar y materializar estrategias de ofensiva contra el islam. “Pero la guerra santa cristiana --asegura el autor del libro-- cuenta con otros agentes imprescindibles que son los obispos; ellos fueron los ideólogos que legitimaron con sus pronunciamientos o con sus silencios una actividad militar en la que de una forma u otra acabarían participando”.
Carlos de Ayala Martínez es catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Madrid. Sus líneas de investigación son fundamentalmente tres: el reinado de Alfonso X de Castilla; las órdenes militares hispánicas; y la guerra santa peninsular y sus implicaciones políticas e ideológicas. Sobre estas cuestiones ha publicado trabajos monográficos y colaboraciones en congresos y revistas especializadas. Asimismo, y en relación concretamente a los temas de las órdenes militares y de la Iglesia y guerra santa, ha dirigido varios proyectos de investigación del Plan Nacional en el seno de los cuales se han venido elaborando obras colectivas, trabajos monográficos, tesis doctorales y varias memorias de licenciatura y grado.
El libro, de 320 páginas, se divide en dos grandes capítulos que tratan de “Reconquista, cruzada y órdenes religiosas” y “Monarquía, episcopado y espiritualidad militar”.

VALORACIÓN PSIQUIÁTRICA DE DON QUIJOTE

VALORACIÓN   PSIQUIÁTRICA   DE   DON   QUIJOTE

Por  JOAQUÍN  SAMA

       Transcurridos más de 400 años desde que viera la luz la inmortal obra de D. Miguel de Cervantes “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, un grupo compuesto  por más de 600 psiquiatras residentes en España, ha participado en un proyecto  consistente en exponer sus respectivos criterios clínicos en relación a la existencia o no de algún tipo de patología mental en don Alonso Quijano, protagonista de tan singular novela.
       Fruto de este trabajo, hoy tenemos recogidas las opiniones expresadas por este amplio elenco de profesionales, buenos conocedores del alma humana.
       Aún reconociendo la dificultad de hacer un diagnóstico retrospectivo tras los más de cuatro siglos transcurridos desde que fuera escrita la novela, el análisis pausado y la serena reflexión puestos en esta tarea por los especialistas,  han hecho posible salvar, al menos en parte, el escollo cronológico para la correcta interpretación de las peculiares aventuras y conductas del protagonista de esta obra maestra de la literatura universal.
       El resultado del esfuerzo por alcanzar una razonable aproximación diagnóstica  sobre el principal protagonista de la novela,  constituye un valioso  conjunto de consideraciones clínicas, profusamente argumentadas, que comentamos a continuación:
      La mayoría de los expertos consultados, concretamente el 30,33 por ciento de ellos, ha opinado que el principal protagonista de la novela de Cervantes, el inmortal  don Quijote de La Mancha, no es un enfermo mental.
      Para muchos  es un idealista, un ser dolido por el tedio, un excéntrico fuera de lo común, que actuaría como un loco para escapar de la aburrida y monótona vida que le ofrecía  la pequeña población manchega donde nació; para otros, don Quijote sería un transgresor social, un luchador por las libertades y la justicia, políticamente incorrecto, que al final de sus días llega a sentir con pesimismo la derrota de los ideales. Todos tenemos dentro de nosotros algo de Quijotes y no por ello estamos alienados.
      Para algunos, don Quijote es un humorista, alguien que ha tomado conciencia de su parte inútil y superflua, y se complace por ello. Para otros, don Quijote es un inconformista, el arquetipo del revolucionario anónimo que toma partido en solitario contra las injusticias sociales. Incluso podría tratarse de un mitómano, excéntrico y algo chiflado, a quien se le va la cordura en algunos momentos, pero conserva el sentido de la realidad en lo fundamental.
     Hay quien ve en don Quijote una alegoría del romanticismo, un alegato de la trascendencia que tiene arriesgar la propia vida en defensa de unos ideales tan alejados de  razones económicas cuando no hedonistas. Podría ser un hombre común que saca lo mejor de sí mismo tras determinadas lecturas y que se compromete a defender con tenacidad todo aquello en lo que cree.
       Para otros, don Quijote sería un fanático en post de un ideal, a todas luces inalcanzable, que le hará sentir la infinita soledad del idealista. ¿Acaso es locura vivir de acuerdo a un ideal?
       Desde mi punto de vista, cuando Cervantes escribe su genial novela Don Quijote de La Mancha, está narrando la biografía de un ser entrañable adornado por una cualidad que destaca sobre todas las demás: el altruismo.
      En efecto. Don Quijote, tras renunciar a la paz hogareña, pone en riesgo  su propia existencia en una lucha desigual contra supuestos y peligrosos enemigos, ofrece protección a su muy amada y sublimada Dulcinea, busca con ahínco deshacer entuertos y traer la justicia a este mundo, sin obtener a cambio una contrapartida cierta. ¿Acaso todo esto no es sino altruismo?
      La Etología, esa ignorada ciencia que estudia el comportamiento, define la conducta altruista como aquella acción que busca mejorar las posibilidades de supervivencia de otros seres a pesar de la merma  de las  posibilidades de quien la ejerce. ¿Pretender mejorar las condiciones de vida de los demás, aún a riesgo de perder la propia, no es tal vez el mejor ejemplo de conducta altruista?
       El altruismo, conducta que aporta estabilidad y eficiencia evolutivas, como se ha podido demostrar incluso con algoritmos matemáticos, se encuentra inscrito en nuestro código genético, existiendo tres tipos principales de altruismo: el recíproco, popularmente expresado en la conocida máxima “Hoy por ti, mañana por mí”; el consanguíneo, es decir, aquel que se siente hacia quienes comparten nuestros propios genes, y el manipulado: el que busca obtener ventajas evolutivas de un modo injusto, como sería, por ejemplo, fingir una afección médica para lograr la correspondiente prestación social.
      Pues bien. ¿Qué tipo de altruismo motiva a nuestro héroe, el ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha? Sin duda, el recíproco en su expresión más genuina: deshaciendo entuertos pretende conseguir un mundo mejor, crear unas condiciones de vida que aumenten las posibilidades de supervivencia de los demás, empeño que momentáneamente merma sus propias posibilidades. En contrapartida espera alcanzar más adelante un reino y los favores de Dulcinea, es decir, la posibilidad de perpetuar sus propios genes. ¿No se cumple rigurosamente aquello de “Hoy por ti, mañana por mí”?
      Que el altruismo sea una transacción no resta un ápice de mérito a nuestro héroe que, condicionado culturalmente, decide entregarse a ese comercio de favorecernos unos a otros, tan entroncado con la más pura tradición cristiana: “Amaos los unos a los otros”.
       He ahí otro aspecto a destacar del Quijote, el condicionamiento cultural de su altruismo, cómo la lectura de novelas de caballerías condiciona de una determinada manera, congruente con el medio en el que vive, la forma de expresar ese impulso genético de favorecernos unos a otros. Tan intenso efecto le produce aquel tipo de lecturas,  en boga por aquella época, que decide convertirse en un Caballero Andante más, como los héroes de sus novelas, para impartir justicia por los campos de Castilla, cual arrojado benefactor.
       La emoción de sentirse héroe se hace tan intensa en él, que en ciertos momentos le lleva a perder el sentido de la realidad, que no el juicio. En los episodios de los molinos de viento o el rebaño de ovejas no tiene alucinaciones, sino falsas percepciones,  ilusiones debidas a la intensa emotividad que pone en el empeño.
       Don Quijote no es un enajenado mental, ni siquiera en sus momentos menos lúcidos, más disparatados: es, en todo caso, y solo en una parcela muy concreta de su personalidad, un fundamentalista, concepto tan de actualidad, que incluso llega a confundir la realidad exterior cautivado  por los más nobles ideales.
      Un amplio grupo  de especialistas opina que no es factible llegar a un diagnóstico de certeza sobre un personaje de ficción, si para ello queremos basarnos en los criterios diagnósticos recogidos tanto en la Clasificación Mundial de Enfermedades (ICD-10), como en el DSM-V, manuales para el diagnóstico que, con las necesarias actualizaciones, utilizamos habitualmente los psiquiatras. El porcentaje de los que se manifiestan en este sentido es del  25,6 por ciento      .
        Quienes así se expresan, consideran que don Quijote no pertenece a la Psiquiatría, sino  a la Literatura. La “locura” sería un decorado, un recurso técnico usado por Cervantes, cuyos objetivos son de orden literario. No procede, por tanto, hacer un diagnóstico que, además de innecesario,  sería impreciso,   al ser las “locuras” del Quijote recursos literarios utilizados por Cervantes con el fin de ridiculizar las novelas de caballerías, poniendo juntos a un loco y un cuerdo, que entablan  un coloquio novelado entre locura y cordura.
       Frente a estos dos grupos que representan el 55,93 por cien de los encuestados, hay un 41,80 % de opiniones tipificando a don Quijote con distintas clases de diagnósticos psiquiátricos, y un 2,17 % más que le atribuyen algún tipo de alteración caracterológica, como sería mitomanía,  o incluso insomnio crónico.
         El 15,3 % de los psiquiatras consultados considera a don Quijote como un enajenado mental, es decir, que está fuera de la realidad, pero sin llegar a concretar  la clase de patología que padece. Esta falta de concreción en el diagnóstico muy probablemente se deba a que el “paciente” estudiado no es un caso real, sino un personaje de ficción  que Cervantes, en su actividad creativa, nos presenta con diversas conductas alejadas de lo normal, pero sin llegar a conformar un cuadro  con el suficiente número de signos clínicos englobables dentro de alguna entidad nosológica concreta.
     Un 7,4 % de los especialistas opina que don Quijote de la Mancha padecía Trastorno de ideas delirantes persistentes, cuadro clínico caracterizado por la presencia de un conjunto más o menos coherente de ideas delirantes en relación a un tema, siendo dichas ideas  irrebatibles mediante la argumentación lógica. El paciente está plenamente convencido de la veracidad de ellas, a pesar del claro contenido patológico que tienen.
     Para un 6,6 % de los consultados don Quijote sufría Trastorno afectivo bipolar, en base a que en determinados momentos mostraba una conducta desinhibida, con excesiva exaltación del ánimo, grandilocuencia, ideación megalomaniaca, e insomnio, entre otros signos clínicos, mientras que en otros momentos su actitud viraba al extremo opuesto, mostrándose cansado, con decaimiento del ánimo, pérdida de ilusión y algún otro signo de la esfera depresiva.
       El porcentaje aproximado del 12 % restante, se reparte entre diversos tipos de diagnósticos, tales como Trastorno esquizoafectivo ( 3,3 %), Parafrenia ( 2,8 %), Delirio compartido, folie a deux (2,8 %), Esquizofrenia paranoide ( 1,9 % ),  Síndrome de Ganser (1,1 %) y Trastorno esquizotípico de la personalidad ( 0,6 % ).
        No cabe duda que si don Quijote hubiera existido realmente y hubiese deambulado por nuestros pueblos y ciudades, a pesar del mayor nivel de tolerancia que se le supone a la sociedad actual, hubiera tenido muchas posibilidades de ser ingresado con carácter urgente en la Unidad de Psiquiatría más cercana y, tras varios días de estancia hospitalaria, se le habría dado el alta médica con su correspondiente informe y tratamiento que incluiría con toda probabilidad algún neuroléptico de última generación.
      ¡Larga vida, Don Quijote!

                                                                          JOAQUÍN  SAMA
                                                                               Psiquiatra



                                                                                          

lunes, enero 18, 2016

"LA LEYENDA DE LA NOCHE DE ÁNIMAS DE GUADALAJARA Y OTRAS LEYENDAS DE MAÑUECO"


 "LA LEYENDA DE LA NOCHE DE ÁNIMAS DE GUADALAJARA  Y OTRAS LEYENDAS DE MAÑUECO"

Autor: Juan Pablo Mañueco.

Temática: Leyendas universales ambientadas en Castilla y poemas específicos relativos a Castilla

Páginas: 80 (En digital: 140).

Precio: Menos de 4 euros (El precio indicado son 4 dólares, que en euros son 3 y pico euros).

Género: Poesía narrativa

Año salida: 2016

Índice:

Recomendación: Sólo con el poema narrativo 3, que es la "Historia de la Caballada de Atienza", muy ampliamente contada: la Guerra entre Fernando II de León y el rey niño Alfonso VIII... durante todo su desarrollo... el libro ya puede ser de lectura recomendable para adultos, adolescentes y niños castellanos)

ÍNDICE GENERAL

1. La leyenda de la Noche de Ánimas en Guadalajara.
2. Mambrú se fue a la guerra (versión alcarreña)
3. La caballada de Atienza. La luna en harina baila
4. Himno a Castilla. Madre Nutricia, Castilla, recobrarás tu pujanza.
5. Seguidillas de los ríos y sierras de Guadalajara (fragmento)
6. Espada de Amor. (La leyenda de Álvar Fáñez y la Noche de San Juan de 1085)
7. A Padilla, Bravo y Maldonado, capitanes en 1521 y capitanes de futuro.
8. Seguidillas de las comarcas castellanas (El, la, los y las, y no hay más que hablar).
9. La leyenda de las llaves de Guadalajara.
10. La leyenda de la Encantada de Usanos.
11. La leyenda de la Laguna de Taravilla.

Dirección de pedido, donde además, pulsando en la portada, se pueden leer las primeras páginas del libro...

Ayuntamiento de Madrid contra la historia de Madrid, una vez más









Ayuntamiento de Madrid contra la historia de Madrid, una vez más

No es ya sólo la inicua sustitución oficial del nombre de la Plaza de Vázquez de Mella. Ni el baile (que no es chotis) de placas de calles en que ahora andan envueltos. Ni la adulteración de las cabalgatas de Reyes Magos. Al fin y al cabo, en tohttps://mail.google.com/mail/u/0/#sent?compose=15254befb55fa8d8do esto el Frente Popular que, encabezado por Podemos, desgobierna ahora Madrid, no hace sino continuar y acelerar la política iniciada por el PSOE y el Partido Popular.

Es que ahora la han tomado con los mismos inicios de la historia de esta villa. Con el siglo XIII, como muestra la captura de pantalla (información desaparecida de la web oficial del Ayuntamiento de Madrid) efectuada por la Asociación Socio-Cultural Castilla, que ha dado la voz de alarma.

En la campaña contra los cambios legislativos introducidos por el PP (entusiásticamente secundado por Ciudadanos, que pedía más, aunque luego se encogiera un poco) para suprimir juntas vecinales y pequeños municipios, apareció la izquierda oportunista apuntándose a reivindicar concejos abiertos y prácticas democráticas del régimen tradicional. Si hablamos de izquierda oportunista, la palma se la llevan Podemos y sus marcas blancas, como la CUP Ahora Madrid.

Pero desde ese período que llaman Transición, la descastellanización de Madrid, que alcanzó su apogeo con la creación de la esperpéntica "comunidad autónoma", ha sido bandera de la izquierda. Bandera a la que enseguida se apuntó la derecha, por supuesto.

De este modo se hace inconveniente la historia del concejo de Madrid, de su villa y su alfoz, del Fuero otorgado en 1202 por el Rey Don Alfonso VIII, de la castellanidad inequívoca de esta población, de estas tierras, de estas gentes.

Madrid no ha sido protagonista del centralismo liberal que desde el siglo XIX ha ido progresivamente desfigurando y asfixiando a España. Madrid ha sido su principal víctima. Vivió sus tiempos más nobles en aquella Reconquista dura y exigente, villa de frontera, avanzada de la Cristiandad contra la marea mahometana. Y los más gloriosos como villa y corte de la Monarquía hispánica. Sin ser "capital" de un Estado-nación revolucionario, ni de una provincia a imitación francesa, ni de una "comunidad autónoma" con estrellas de cinco puntas. Sin ser cabeza de diócesis, sin tener Universidad (aunque sí estudios universitarios)... Madrid era el centro del mundo. Aquí vivía el Rey católico.

El Rey católico hubo de irse en 1833, usurpado su trono por la misma Revolución que ahora intenta usurpar hasta el nacimiento de esta villa. Por eso, como los carlistas cantamos en el Oriamendi:

Cueste lo que cueste
se ha de conseguir
venga el Rey de España
a la corte de Madrid.

martes, enero 05, 2016

EL CONCEPTO DE «GUERRA JUSTA» EN RELACION

EL CONCEPTO DE «GUERRA JUSTA» EN RELACION

CON LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS EUROPEOS


 


Por


 


RAÚL MADRID


 


Revista Verbo 1992 Nº 305-306 pp. 641-650


 




 


 


En este escrito se contempla como en Occidente se practicaba un tipo de guerra por llamarla con términos actuales  “limitada” frente a la “guerra total” frecuente en Oriente. Roma creó el ius fetale, que delmiitaba la guerra justa de la injusta dentro del Derecho Romano.


 


La noción de “guerra justa” la desarrolla Santo Tomás de Aquino y seguida por la escolástica sin apartarse apenas de Santo Tomás. El fin de la guerra justa es restablecer la paz, doctrina tradicional que estaba en la base de la resolución de los conflictos en la cristiandad medieval - verdadera esencia de lo que hoy llamamos Europa-, y que contribuyó a que se establecieran institutos y normas humanizadoras de la guerra impensables en pueblos como los hunos.


 


Entre ellas se podía citar la Tregua de Dios que  persiguió limitar las guerras privadas, llevadas a cabo por motivos de venganza o por interés. La tregua de Dios aparece en el año 1027, en un concilio en Perpiñan. En él la iglesia prohíbe a los hombres hacer la guerra en ciertos días considerados litúrgicos. que en efecto persiguió limitar las guerras privadas, llevadas a cabo por motivos de venganza o por interés. La tregua de Dios aparece en el año 1027, en un concilio en Perpiñan. En él la iglesia prohíbe a los hombres hacer la guerra en ciertos días considerados litúrgicos.


 


Prohibición del uso de ciertas armas como la ballesta, un concilio eclesiástico reunido en 1139 trató de proscribir su uso, salvo en contra de los no cristianos, más tarde prohibida en Inglaterra por la Carta Magna. La mayoría de los caballeros la consideraban un arma que deshonraba,


 


Derecho de asilo. Su fundamento se encuentra en la inmunidad de jurisdicción para con los criminales en los lugares sacros. Se reservaba, de este modo, la Iglesia, el privilegio de imponer la condena al criminal que considerase oportuna, más correctamente diremos que la condena civil se transformaba en penitencia religiosa. Frente a posibles injusticias el presunto delincuente podía refugiarse en un lugar seguro ante la condena inflexible del brazo de hierro de la jurisdicción civil. El asilado no podía ser extraído de un lugar sagrado sin la autorización del juez eclesiástico competente.


 


Órdenes de Caballería. Más allá de  la pura violencia y los raptos de ira y venganza. Los caballeros poseían un código de mandamientos inquebrantables:


 


1.       Creer en todo lo que la iglesia enseñe y observar todos sus mandamientos.


2.       Proteger a la iglesia.


3.       Tendrás respeto por sus debilidades, las defenderás.


4.       Amaras el país en que naciste


5.       No retrocederás ante el enemigo


6.       Harás a los infieles una guerra sin cuarteles.


7.       Cumplirás tus deberes feudales si no contradice la ley de Dios.


8.       No mentiras y serás fiel a tu palabra.


9.       Serás generoso.


10.     Mantendrás el bien frente a la injusticia y el mal.


 


Orden de la Merced.  Orden religiosa católica, fundada en 1218 por San Pedro Nolasco (ca. 1180–1245) para la redención de los cristianos cautivos en manos de musulmanes (60.000 hasta1779). Los mercedarios se comprometen con un cuarto voto, añadido a los tradicionales de pobreza, obediencia y castidad de las demás órdenes, a liberar a otros más débiles en la fe, aunque su vida peligre por ello.


 

lunes, enero 04, 2016

4º Centenario de Cervantes (Juan Pablo Mañueco)

CUATRO OVILLEJOS PARA EL AÑO CERVANTINO (2016),
que don Quijote lanceará a quien los ponga en duda,

I Tocar techo y cima

¿Quién marca un después y un antes?
Cervantes.
¿Quién litografió en la piedra?
Saavedra.
¿Quien firmó el mejor papel?
Fue Miguel.
Así que el idioma ya es fiel
a quien lo ascendió a la cima
que nada haya por encima.
Cervantes, Saavedra, Miguel.

II.  Acercarse quizá, superarla nunca.

¿Quién mejorará su obra?
Zozobra.
¿Quién alcanzará su altura?
Clausura.
¿Se acercará alguien un día?
Podría.
Será una inútil porfía
sobrepasar esa cumbre,
no otra el castellano alumbre.
Volcar, sellar, distaría.

III. ¿Quién defenderá a Cervantes?

¿Quién defenderá a Cervantes?
Brillantes.
¿Quién su genialidad pilote?
Quijote.
¿Quién se sabe un ser intonso?
Alonso.
De manera que el responso
será para quien confunda
autor con obra que él funda,
¡Lancéelo don Alonso!

IV. Valía de su teatro y poesía

¿Quién tiene la mejor prosa?
Preciosa.
¿Quién teatro y verso erguía?
Valía.
¿Qué en Cervantes no sorprende?
Que asciende.
De manera que se aprende
prosa, drama y poesía,
Cervantes todo lo henchía.
Verso y teatro. Lo asciende.

Juan Pablo Mañueco (2016)

viernes, enero 01, 2016

Política e "ilusionismo" ¿ La suerte está echada? (Manuel Plana)

Política e "ilusionismo" ¿ La suerte está echada?


 Por Manuel Plana


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