domingo, octubre 01, 2017

El reino de León: Lecciones instructivas sobre la Historia y la Geografía. Obra póstuma de don Tomás de Iriarte, dirigida á la enseñanza de los niños (1830)

El reino de León: Lecciones instructivas sobre la Historia y la Geografía. Obra póstuma de don Tomás de Iriarte, dirigida á la enseñanza de los niños (1830) p. 285

El reino de Leon confina al oriente con la provincia de Burgos; al mediodía con la de Avila y con Estremadura; al poniente con Galicia y Portugal, y al norte con las Asturias. Comprende este reino la provincia llamada propiamente de Leon, la de Palencia, la de Zamora, la de Toro, la de Salamanca, y la mayor parte de la de Valladolid. 

Leon, ciudad, capital y corte de los antiguos reyes de Leon, tiene un obispo exento como el de Oviedo, y su catedral pasa por una de las mas bellas de España. Son tambien ciudades episcopales, Palencia, Astorga, Zamora (residencia del capitan general de Castilla la vieja), Cíudad-Rodrigo (plaza de armas), y Salamanca, bien nombrada por su antigua é ilustre universidad. 

Toro y Medina de Rioseco son tambien ciudades comprendidas en el reino de Leon; como igualmente las villas de Villalpando, Sahagun, Saldaña, Mayorga, Peñaranda, Becerril de Campos, Benavente, Torquemada, Tordesillas y otras

lunes, agosto 14, 2017

El niño García Pérez, (Jesús Torbado)

El niño García Pérez, (Jesús Torbado)

El niño García Pérez, etc, magistal artículo de Jesús Torbado, publicado en el blog "En Tarancón". 

http://entarancon.blogspot.com.es/



NOTA ACLARATORIA DEL AUTOR:

     Poco antes de la publicación de este artículo la oposición de izquierdas y progresista en Euskadi había cuestionado una campaña del gobierno del PNV entre los escolares en la cual se aplicaban criterios antropométricos para determinar las características faciales y corporales de los escolares, así como se analizaba la genealogía de los alumnos, valorando el número de apellidos vascos.


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EL AIRADO VIENTO DE LOS PÁRAMOS MESETARIOS le enrojecía las orejas y fijaba bajo su naricilla dos sucios velones que le alumbraban al santo de los fríos y de la desolación. Un agujereado tapabocas granate se anudaba alrededor de su cuello, por encima de la pelliza de plástico ajado que le había mandado un primo suyo establecido en la capital. El niño García Pérez Etcétera vigilaba el confuso rebaño que su padre le había dado en mando: dos docenas de ovejas, siete cabras, una vaca, dos mulos y un asno. Una pareja de lebreles le hacía compañía aquella mañana helada de la estepa. El niño García Pérez Etcétera no tenía nada mejor que hacer.
Del pueblo se habían ido el cura, el médico y el maestro. El maestro había sido el último. Los señores de Madrid habían dicho que no quedaba dinero para costear su salario en la escuela rural y lo habían mandado a poner escuela veinte kilómetros más lejos. Los señores de Madrid habían entregado 2.000 millones de pesetas para las “IKASTOLAS” del Norte y otros muchos para las “ESCOLAS” del Este, así que no disponían ya de las 800.000 pesetas anuales que el maestro cobraba.
Pero el camino hasta la nueva escuela era arenoso y áspero y se tardaba mucho en llegar. Los señores de Madrid habían unido con autopistas todas las capitales de provincia del Norte y del Este y no tenían ya dinero para echar grava sobre aquel polvoriento-lodoso camino.
Como la camioneta tardaba tanto en llevar a los trece niños del pueblo hasta la nueva escuela, el padre del niño García Pérez prefirió que cuidase el ganado en lugar de tener todo el día al chiquillo por esos malos caminos de Dios. Ahora, la vieja escuela iba tomando la forma de todos los pajares semiderruidos del pueblo: llenos de gatos en celo, palomas en los desvanes, lagartijas aletargadas y arañas dormidas dentro de sus capullos.
Del médico sólo los más antiguos se acordaban. Cuando el niño García Pérez Etcétera se ponía malo, le daban leche caliente con vino y miel, y eso lo curaba todo, salvo los sabañones invernales, que no tenían cura, y las diarreas del verano a las que ya estaba acostumbrado. Médicos quedaban por ahí, desde luego, pero se dedicaban a contar los pelos que los niños del Norte tenían en las falanges de los dedos de los pies, a fiscalizar sus pecas, a medir sus cráneos y narices: estaban demasiado ocupados como para cuidar las pulmonías del niño García Pérez y de sus compañeros.
Y como el muchacho no iba a tener jamás una escuela a donde ir, toda su vida ignoraría algunos esencialísimos detalles de sí mismo, especialmente las claves de su código genético. A él y a su padre y a su abuelo no le importaban demasiado, pero la sociedad en que vivían padecería una terrible e inevitable carencia; la patria en que había nacido se tambalearía ante la flojedad de aquellos cimientos humanos del zagal que pisoteaba los terrones de la meseta.
Porque era una delicada e importante cuestión. De entre los cientos de García, Pérez, Rodríguez, Sánchez, Martínez y Suárez de su nombre, un estudio científico de aquel niño hubiera podido deducir notabilísimas conclusiones.
Hubiera adivinado, por ejemplo, que uno de sus antepasados fue el emperador Teodosio el Grande, que dejó preñada a una sus esposas cuando salió de Coca (Segovia) para gobernar el Imperio romano; que otro de ellos había luchado con Hernán Cortés en la conquista de México; que otro había sido conde de Castilla; que una de sus abuelas tuvo trato carnal con Abd al-Rahman III; y otra con el filósofo y médico judío Moses ben Maimón; que otro ancestro suyo había sido tío de un tal Miguel de Cervantes, aquel a quien sapientísimos hombres habían borrado de una calle de Lejona (Bilbao), para sustituir su opaco nombre por el del eximio poeta Ormaechea Orive; que otro había sido capitán de los tercios de Flandes y otro obispo de Esmirna, y uno más palafranero de Isabel II (“la Casta”).
Por lo demás, si el niño García Pérez Etcétera se hubiera sentado ante un culo de botella y lo hubiese utilizado como espejo, habría descubierto que poseía en su rostro 9618 pecas, lo cual hubiera podido cambiar el mundo si el maestro no se hubiese largado de su vera por orden superior, pues era el mismo que poseyeron Gobineau y Rosenberg; que brotaban 95 pelos sobre cada una de sus falanges (muchos de ellos chamuscados en la hoguera que tenía prendida), el mismo número que Hitler lucía; que las medidas de su nariz coincidían milimétricamente con las del más conocido jefe del Ku-Kux-Klan, un tal coronel W.J Simmons; que la implantación de su (nonato) vello público formaba el mismo dibujo que en vida tuvieron Jim Crow y el general Forrest, y, en fin, que la posición de las circunvoluciones cerebrales era idéntica a la que los arqueólogos hallaron en el cráneo de Nerón, y, feliz coincidencia, a las que aún hoy en día eran frecuentes en África del Sur y otras famosas regiones de la Tierra.
¿Y qué decir del color de sus ojos y de su sensibilidad gustativa? Los ojos eran de color pardo cuando contemplaba el ocaso y grises al mirar las primeras luces de la mañana. Ni el niño García Pérez se hubiera repuesto de esta sorpresa étnico-antropológica, si la hubiese alcanzado. Por otro lado, le gustaban las sopas de ajo, los garbanzos, las patatas viudas, las sardinas fritas, el tocino y las manzanas verdes. Era tan bueno es esto que incluso fabricaba chicle con un puñado de trigo recogido en las eras o en los campos.
Cualquiera de estos detalles hubiera permitido a un concejal medianamente cultivado o a un alcalde con el segundo curso de EGB aprobado escribir una enciclopedia acerca de la superioridad racial de aquel pastorcillo perdido bajo el invernal frío de la meseta.
Y si un buen genealogista hubiera echado leña al fuego del informe genético, teniendo en cuenta todos aquellos apellidos ilustres en el macuto vital del niño, a nadie le hubiese sorprendido que vinieran a llevárselo para nombrarlo director de la universidad de Harvard, u obispo de Roma, o rey de España mismamente.
Pero como hacía frío, estaba empezando a nevar, las cabras se desmandaban, uno de los mulos se había perdido y el cura, el médico, el maestro y su madre estaban lejos, el niño García Pérez Etcétera se puso a llorar en medio del campo, a la sombra de una zarza agostada, y lloraba como un perro, como un perro castellano.”

El País, miércoles, 3 de diciembre de 1980





Jesús Torbado, un leonés nacido en 1943, a quien tuve el placer de conocer con ocasión de la entrevista que le hice para el libro “Diez castellanos y Castilla, y que el 3 de diciembre de 1980 publicó en el diario “El País” este artículo que resume mejor que nada lo que pasó con el ninguneo de Castilla y su cultura en la época de la Transición española.

El artículo no debería ignorarse si ahora se van a corregir algunas cosas que se hicieron mal en aquellos años de la Transición: la desigualdad entre los territorios de España y el olvido, partición y aventamiento de Castilla, por ejemplo.
El artículo, más bien, debería ser de gustosa lectura en todas las escuelas de Castilla y de obligado conocimiento por todo aquel candidato o candidata que quisiera dedicarse a la política en cualquier provincia castellana.




martes, agosto 01, 2017

NADIE ES MÁS QUE NADIE, CASTILLA, NI TÚ ERES MENOS QUE NINGUNA (Juan Pablo Mañueco)


NADIE ES MÁS QUE NADIE, CASTILLA,
NI TÚ ERES MENOS QUE NINGUNA

(Valores castellanos)

Castilla, es por defenderte
y, en tus valores, amate,
el castellano estandarte
a Castilla me convierte.

No por encima ensalzarte
de nadie, más sí quererte
por tu cultura tan fuerte
que nadie pueda negarte.

Que nadie pueda negarte,
ni nadie quiera tu muerte,
sí que mejore tu suerte
es lo que yo quiero darte.

Pero yo por tanto amarte
no desamo ni diserte
por desamar al de enfrente,
sino que aprenda a quererte.

O al menos que sí lo intente
para que aprenda a gozarte.
Eso yo es que quiero darte.
iQue así sintamos tu gente!


Juan Pablo Mañueco (2016)

sábado, julio 15, 2017

EN ÁVILA, MI BELLA CORZA BLANCA (Juan Pablo Mañueco)


EN ÁVILA, MI BELLA CORZA BLANCA

Tus ojos que me miran
desde el adentro de Ávila.
Tus ojos, bella amiga,
desde el adentro de Ávila.

Tus ojos y mis dichas
por tus piedras de estatua.
Desde Adaja sentida,
desde Adaja asombrada.

¡Quién te llamase fría
cuando enciendes el alma,
cuando allá por arriba
almenas de oro y plata

veo, y torres repartidas
y la Historia sonámbula,
adarves los camina
entre héroes y fábulas!

¡Ávila del tiempo hija!
¡Ávila, Ávila y Ávila!
¡Ávila, alegre vista
de una urbe castellana!

¡Vetona Ávila, villa
con verracos por fauna;
y nieves que son niñas
bañándose en Adaja!

¡Ávila, águila, vida
que amaba ya en mi infancia,
cuando veía allá arriba
simetría almenada

y tu aguilar encima,
tus murallas de plata,
grandes puertas y chicas
y mis ojos en Ávila!

Vengo a decir, mi amiga,
adentro de ti, Ávila,
vivió en parte mi vida
y vivió en parte mi alma.

En Ávila, mi vida.
Adentro, entre Ávila.
Mi ciudad tan amiga.
¡Mi bella corza blanca!

En Ávila, mi vida.
Mis ojos, llenos de Ávila,
dándome mi perdida
mocedad y la infancia.

En Ávila, mi vida
vivió tras la muralla
idéntica a sí misma
que en piedras cerca a Ávila.

¡En Ávila de Adaja,
mi bella corza blanca!

JPMañueco, del libro "Cantil de Cantos" 2017

domingo, julio 09, 2017

AVILA


AVILA

Hierros caídos sobre viejos hierros
paredes horadadas por minutos
de miles de milenios de silencios
caídos en la tarde para siempre.

Pasos seguidos entre el tiempo ausentes,
cayendo hacia la tarde, eterna en sombra:
En tanto las murallas te van dando
piedra caída sobre vieja piedra.

El frío de la piedra inunda al viento.
La vida se detiene en empedrados
y en pasos de quietud nace la aurora.

                              Carlos Zipfel y García
                              (Poeta guatemalteco)

viernes, mayo 19, 2017

Geografía de España en el Antiguo Régimen



Geografía de España en el Antiguo Régimen

PLANO GEOGRAFICO DE ESPAÑA, INVENTADO Y ESCRITO POR D. PEDRO DE SALANOVA (AÑO 1792)

Castilla la Nueva
Divisiones: En las cinco Provincias de Madrid, Toledo, Cuenca, Guadalajara y Mancha.
Blasón o Armas: De azur, a una Corona imperial de oro con 8 diademas idem.
Capital: Madrid

Castilla la Vieja
Divisiones: En 5 Provincias de Segovia, Avila, Soria, Burgos y Rioja.
Blasón o Armas: De gules, a un Castillo almenado de oro, cerrado de azur, y mazonado de sable.
Capital: Burgos

Reyno de León
Divisiones: En 6 Provincias Valladolid, Leon, Palencia, Toro, Zamora y Salamanca.
Blasón o Armas: De plata, a un Leon de gules, coronado, lampasado y armado de oro.
Capital: León

Provincia de Estremadura
Divisiones: En 8 Partidos Badajoz, Mérida, Truxillo, Llerena, Alcántara, Soria, Cáceres y Plasencia.
Blasón o Armas: De azur a 2 columnas abrazadas por dos Leones de gules, y el PLUS ULTRA.
Capital: Badajoz

Reyno de Andalucía
Divisiones: En 3 Reynos, Sevilla, Córdova y Jaén, y el primero en 10 Tesorerías.
Blasón o Armas: De azur, a un trono de oro en que está sentado el Sto. Rey D. Fernando.
Capital: Sevilla

Reyno de Granada
Divisiones: En 6 Partidos, Loja, Motril, Alhama, Salobreña, Almuñecar, y Alpujarras
Blasón o Armas: De plata, a una granada abierta de gules, tallada y hojada de sinople.
Capital: Granada

Reyno de Murcia
Divisiones: En 5 Partidos, Villena, Segura, Cieza, Hellin y Chinchilla.
Blasón o Armas: De azur, a 6 coronas de oro, 3 de frente, 2 en flanco y 1 en punta.
Capital: Murcia

Reyno de Valencia
Divisiones: En 13 Gobiernos. Valencia, Denia, Alicante, Orihuela y otros.
Blasón o Armas: De gules a una Ciudad murada de plata y mazonada de sable
Capital: Valencia.

Principado de Cataluña
Divisiones: En 15 Veguerias, Barcelona, Manresa, Vic, Cerbera y otras.
Blasón o Armas: Esquartelada, al 1 y 4 de plata a la Cruz de gules; 2 y 3 de oro, a 4 palos de gules.
Capital: Barcelona

Reyno de Aragón
Divisiones: En 13 Corregimientos, Jaca, Huesca, Balvastro, Alcañiz, y otros.
Blasón o Armas: De oro, a 4 barras de gules; y por cimera un Dragon de oro
Capital: Zaragoza

Reyno de Navarra
Divisiones: En 5 Meriadades, Pamplona, Sanguesa, Estella, Olite y Tudela.
Blasón o Armas: De gules, a mas cadenas de oro elaboradas en Cruz en aspa y en orla
Capital: Pamplona.

Señorío de Vizcaya
Divisiones: En 3 Provincias, Vizcaya propia, Alava y Guipuzcoa.
Blasón o Armas: De plata a un Encina de sinople, y los leones de gules al tronco
Capital: Bilbao de Vizcaya, Tolosa de Guipúzcoa, Vitoria de Alava

Principado de Asturias
Divisiones: En Asturias de Oviedo, y de Santillana … Concejos
Blasón o Armas: Esquartelada al 1 de Castilla,2 y 3 de Galicia, y 4 de Leon
Capital: Oviedo

Reyno de Galicia
Divisiones: En 7 Provincias, Santiago, Coruña, Lugo, Orense, Tuy, Mondoñedo y Betanzos
Blasón o Armas: De azur, a un Copon de Oro, rodeado de cruces de lo mismo y el Orden militar de Santiago
Capital: Santiago

Reyno de Portugal
Divisiones: En 6 Provin. Extre. Entre Duero y Miño. Tras los montes, Beyra, Alentejo y Algarbes.
Blasón o Armas: De plata a 5 escudetes de azur, ligados de 5 bezantes de plata y orla de 7 casi de oro.
Capital: Lisboa

lunes, mayo 08, 2017

Libros castellanos y casrellanistas

Un enlace a una entrevista sobre 7 libros o 24 (contando los del año pasado) castellanos y castellanistas:



sábado, mayo 06, 2017

PNV (Producto Nacional Vasco) (Juan PabloMañueco)



Rimas para reír:
 
PNV (Producto Nacional Vasco)
o cuánto han costado los cinco votos peneuvistas
que necesitaba Rajoy para aprobar los Presupuestos de 2017
 
 
A Gonzalo Martínez Díez, que allá por los 70 escribió un revelador y detenido estudio económico, titulado “Fueros sí, pero para todos”, que señalaba la extraordinaria presión fiscal que ha soportado Castilla, desde el siglo XVI a nuestros días, una de las causas esenciales de nuestro hundimiento, comparándola con las ventajas fiscales de las provincias vascas –o Provincias Exentas-, causa también de su superdesarrollo durante esos mismos siglos.
 
 
 
I. Las cifras
 
 
Me hablan de 1.400 millones de euros
más otros 500 en inversiones directas nuevas.
No me parece mal, PNV, es vuestro juego
y los euros que le sacas al Estado, esos que te llevas.
 
No me parece mal, PNV, es vuestro juego.
 
Lo que no quiero después es que me toquéis los huevos
hablándome de que son víctimas vuestras tierras,
¡qué vais a ser víctimas si lleváis siglos creciendo con estos métodos!
En el XVI, XIX, con Monarquía o con Franco vuestras ideas viejas
 
 
son sacar mucha más tajada que los otros pueblos…
¡Y bien que la habéis sacado apuntándoos a unas cuentas
más favorables que las de los demás pobres pecheros!
¡Lo que ha tenido que pechar siempre Castilla por las prebendas vuestras!
 
No me parece mal, PNV, es vuestro rentable e insolidario juego.
 
 
II. Lo que no soporto
 
 
Lo que no quiero después es que me toquéis los huevos
hablándome de que son víctimas vuestras tierras.
Me dicen que vuestro AVE conocerá un caro soterramiento
cuando pase por Bilbao y Vitoria, para que no vaya por fuera.
 
III. La discriminación que sigue, siglo tras siglo
 
¡Sabed que en Guadalajara, no tenemos AVE ni por fuera ni por dentro!
¡Nos parte la provincia para comunicar Madrid con la catalana tierra,
pero a Guadalajara no baja, lo han dejado en un monte para que monten los conejos!
¡A tantos kilómetros de la ciudad que es un escándalo viero!
 
No. No me parece mal, PNV, es vuestro juego.
Es un juego insolidario, que explica vuestro superdesarrollo y es un juego muy viejo.
 
Pero, puesto que todos hemos de saberlo y ya lo sabemos, lo acepto.
 
Lo que no quiero después es que me toquéis los huevos,
hablándome de victimismos y negando vuestros históricos privilegios.
 
 
IV. Una pequeña solución concreta
 
Y el PNC (Producto Nacional Castellano), ¿dónde está, mis coterráneos compañeros?
¡O un pequeño ramal que enlace el AVE con la ciudad, aunque sea por fuera de la tierra!
 
 
V. Cada voto, 500 millones de euros, este año
 
P.D.:  Algunos analistas han efectuado el redondeo
y calculan que cada uno de vuestros cinco votos sotierra
500 millones de euros, este año. ¡Pues no es mala inyección extra de dinero!
 
¡Año tras año, Régimen tras Régimen, siglo tras siglo así va la sierra
de maravedíes, ducados, pesetas y de euros
que han hecho densa una que no puede llamarse grande tierra,
pero donde ya no se cabe a causa de estos privilegios tan viejos!
 
 
VI. Para fueros castellanos… los de todos.
 
Porque no me digáis que vosotros –y los demás no- tenéis derecho a fueros,
porque más viejos y antiguos y nuestros eran los fueros de mi tierra,
y de hecho -hasta los vuestros, como bien sabemos- los concedía el rey de Castiella
que es el que signaba soberanamente los vuestros, como todos los fueros.
 
VII. Amo a Unamuno y a Blas de Otero
 
Por eso, yo os digo que amo a Unamuno, y a Blas de Otero,
y hasta he escrito mis modestas rimas en euskera,
pero no me digáis que es víctima de nada la tierra vuestra que hasta el AVE entierra
porque entonces sí que empezáis, rico PNV, ¡os los digo por mis fueros!
entonces sí que empezáis, falsarios e insolidarios del PNV, a tocarme un poco, mis secularmente cansados, y castellanos huevos.
 
 Juan Pablo Mañueco (2017)